Bienvenides
BienvenidesEl evento, dirigido a estudiantes, docentes-investigadores y profesionales de los campos del psicoanálisis, la educación escolar o social, la salud mental y la acción social, incluirá debates interdisciplinarios sobre prácticas y propuestas educativas, experiencias clínicas y sociales, investigaciones académicas y actividades diversas que involucran al psicoanálisis en el diálogo político.
Un acto no es meramente un movimiento ni una acción; su potencia radica en la huella que deja, en la transformación que instaura entre un antes y un después. En distintos ámbitos de la vida, los actos—civiles, normativos, religiosos, escolares —adquieren estatuto de acto psíquico en la medida en que el sujeto consiente a ellos.
Todo acto necesita de un insondable consentimiento. El acto educativo y el analítico también.
El consentimiento al acto educativo se articula en dos niveles: por un lado, tiene que haber cierta disposición del sujeto al “duro” trabajo civilizatorio, a entrar al mundo simbólico y de la cultura que lo prexiste; por otro, el agente, consiente a donar los patrimonios culturales a las nuevas generaciones, haciendo del saber un objeto capaz de despertar el deseo.
El consentimiento de un sujeto a la educación nunca es total, hay márgenes, que muestran lo imposible de educar. En estos márgenes, donde la dimensión del “No– todo” se evidencia, surge el malestar que toma diferentes formas según la época.
En la actualidad los discursos imperantes prescriben una satisfacción total y producen un cortocircuito entre el sujeto y el Otro. La oferta desenfrenada de objetos tecnológicos, pantallas, Inteligencia artificial, juegos online, invaden los tiempos formativos de la infancia y la adolescencia, alterando la experiencia cultural.
La función civilizadora de la educación – en tanto regula lo pulsional vía los objetos de la cultura y el saber – se ve perturbada. Freud (1910) sostenía que la escuela tenía que instilar el goce de vivir y despertar el interés por la existencia del mundo; sin embargo, las lógicas del mercado actuales articuladas a discursos cientificistas y universalizantes, trastocan esta posibilidad, se producen nuevos síntomas que, rápidamente se tornan en nombres de trastornos y protocolos que desconocen la dimensión subjetiva.
Nos preguntamos a partir de aquí:
¿Cómo consiente el sujeto al acto educativo, al “duro” trabajo de la alfabetización, en estas coordenadas epocales?
¿Cómo consienten al acto educativo las nuevas generaciones que viven sus experiencias inmersas en el mundo digital?
¿Cómo consentir a la cultura cuando lo que se dice “es”, cuando la ficción cae y la literalidad triunfa?
¿Cómo consentir al trabajo civilizatorio cuando el imperativo de la época empuja al goce solitario y autoerótico, que está más cerca de la pulsión de muerte que de Eros?
Y entonces:
¿Cómo no renunciar al deseo de educar, a la erótica de la hora de clase? ¿Cómo no dimitir, desistir, desertar de la función?
¿Qué inventamos educadores y psicoanalistas frente a los discursos imperante y las nuevas formas del malestar?
La conversación un primer paso.
La cita: 13, 14 y 15 de noviembre de 2025
Informes e inscripción: ruepsy2025@gmail.com
Los ejes proporcionan un marco para conversar en los paneles centrales y en las mesas simultáneas las tensiones entre los imperativos de la época y la posibilidad de un consentimiento al acto educativo. Interesa especialmente aquí desplegar los matices, tonos y variaciones que encontramos en la frontera del “entre” el consentimiento y la renuncia:
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